Cursos preparatorios

matrimonio-de-rodillas

Unos días atrás reflexioné sobre el hecho de que una gran cantidad de personas que estudiamos en la Universidad Nacional de Asunción y en tantas otras, así como en algunos colegios, tuvimos que rendir un examen de ingreso para ingresar a la institución.

Cualquier persona que desee ingresar busca el mejor curso preparatorio que pueda encontrar y pagar para poder aumentar sus probabilidades de triunfar en el examen y no tener que volver a intentar. No se elige el peor curso, el más corto, el menos exigente si uno tiene la seria intención de que el examen sea un éxito y nada más que casi un repaso luego de tanta preparación.

Lo llamativo aparece cuando, ya no en el ambiente académico, sino en el ambiente personal, donde ya no está en juego solamente el ingreso a una institución para aprender lo que le servirá durante 30 o 35 años durante su profesión, sino nada más y nada menos que su vocación hasta su muerte con otra persona; evidentemente estamos hablando del matrimonio y la preparación para el mismo.

Un sacerdote, se prepara entre 7 y 12 años aproximadamente antes de finalmente poder ser ordenado como tal. Aquí vemos probablemente una de las causas de las tasas de divorcio que en diferentes países alcanzan del 5% hasta el 70%. Tantos novios simplemente “se quieren casar por Iglesia” y quieren que el curso preparatorio sea lo más corto y fácil posible.

Aún más que en lo académico, para el matrimonio es fundamental elegir el mejor curso preparatorio que se pueda encontrar e ir desarrollando las cualidades necesarias desde el noviazgo (así como en el colegio para la universidad).

Invitaciones para hoy (si discerniste que la vocación a la que te llama Dios es el Santo Matrimonio):

  1.  Buscar el mejor curso preparatorio que puedas encontrar.
  2.  Vivirlo con consciencia de que tristemente podría ser tu única preparación para el resto de tu vida.
  3.  Acorde al curso preparatorio, tomar la decisión de unir tu vida a la otra persona frente a Dios y frente al mundo hasta que la muerte los separe.

Espero que tengas un excelente día, que Dios te bendiga y la Virgen te acompañe.

Abrazo en Cristo,

Marco.