El fin de semana que pasó estuve intentando avanzar lo más posible con una materia complicada de la facultad que se llama Ontología. En repetidas ocasiones cuando finalmente lograba concentrarme, era interrumpido por mi madre que quería pedirme algo, eso me causó bastante molestia debido a que no podía avanzar acorde a cómo había previsto.
Frustrado, tomé la decisión de bañarme e ir a estudiar a otro lado y llegué a analizar incluso poder hacer una inversión en construcción para poder mudarme y así estudiar tranquilo. Durante la ducha reflexioné al respecto y me di cuenta de que lo mejor iba a ser, volver a hablar con ella y llegar a un acuerdo con respecto a los horarios.
Hablé con ella, le pedí disculpas por la impaciencia al reclamarle antes y le dije que me parecía importante que podamos llegar a un acuerdo con respecto a los horarios y que de esa forma ya no tendría este inconveniente. Felizmente ella lo aceptó y no tuve que realizar mayores gastos para solucionar el problema.
Esto que me ocurrió, ocurre con gran frecuencia en la vida de las personas: a nivel familiar, a nivel amistades, a nivel laboral, a nivel académico, etc. Ante una situación que nos complica la vida, somos capaces de invertir hasta grandes cantidades de dinero y esfuerzo para solucionarla, en lugar de simplemente hablar de forma asertiva con la persona que nos causa el conflicto. "Hablando se entiende la gente" y no dejándose de hablar, así que seamos inteligentes y económicos porque hablar sale más barato y trae mejores resultados que evadir el problema.
Invitaciones para hoy y para situaciones de conflicto:
- Analizar soluciones a través del diálogo asertivo (en tiempo y en forma, para que la persona pueda recibir lo que tenemos para decir)
- Pedir a Dios en oración, el amor y la paciencia necesarios para llevar a cabo ese diálogo.
- Hacerlo.
Espero que tengas un excelente día, que Dios te bendiga y la Virgen te acompañe.
