Aunque no vayas Cristo, Cristo viene a vos

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Hoy viernes 23 de abril, decidí escribir sobre algo que hace tiempo el Espíritu me viene insistiendo: a menudo estamos concentrados y ocupados en tantas cosas que debemos y queremos hacer, que solemos olvidar lo que es necesario hacer. Eso necesario, es ESTAR CON EL SEÑOR (en las muchas formas en que Él se hace presente, en la eucaristía, en la adoración, en su Palabra, en la comunidad y en el necesitado).

Es tan inmensa la Misericordia de Cristo, que aunque nosotros no vayamos a Él, Él mismo se acerca a nosotros para regalarnos oportunidades de amarle a través del necesitado; ese que lo encontramos en las calles pidiendo algo de dinero, ese que incluso llega a tocar el timbre de nuestras casas pidiendo algo que comer, y también en los los necesitados de aprendizaje, de apoyo, de paz y de amor que podemos encontrar dentro de nuestras familias, grupos de amigos y en cualquier parte.

Aprovechemos esas oportunidades que Él nos regala, para darle una respuesta de amor a Su Amor. Él nos dijo que todo lo que hagamos y dejemos de hacer por uno de sus hermanos más pequeños, por Él lo hacemos o dejamos de hacer.

Invitaciones para hoy y para cada día:

  1. Estar con el Señor de todas las formas posibles, el mayor tiempo posible.
  2. Preparar algo para compartir con Él, cuando se presente la oportunidad.
  3. Permanecer atentos a su visita, para dar lo que tengamos con alegría y amor.

Espero que tengas un excelente día, que Dios te bendiga y la Virgen te acompañe.

Abrazo en Cristo,

Marco.