El freno

Pedales del vehículo mecánico

El día sábado 05 de diciembre me puse a conversar con una persona y le pedí un consejo para la paciencia. Primero me dijo que no es tan sencillo y que no hay una fórmula general para cada caso. Luego esta persona me respondió con una comparación muy sencilla, me dijo: 1- si uno va circulando en su vehículo y al detenerse repentinamente el que va delante, uno no pisa el freno ocasiona un accidente; 2- y así también, si uno va muy rápido y frena de golpe a causa de que se de que el de en frente frenó primero, el que viene atrás puede incrustarse por uno por la velocidad que traíamos.

Ahí me explicó que con nosotros los humanos ocurre exactamente lo mismo, que nosotros tenemos instinto y también la razón. Que lo primero que sale de nosotros a toda velocidad es el instinto y que recién de forma posterior llega la razón; entonces, si nosotros no hacemos esa pausa generalmente terminamos arrepintiéndonos de lo que hicimos, tal como dice el dicho: "hay tres cosas que no vuelven atrás: la palabra dicha, la bala/flecha disparada y el tiempo (oportunidad de hacer algo)" y finalmente sólo queda arrepentirnos y pedir perdón, pero el daño ya está hecho y necesita una reparación.

Que fundamental es para nuestras vidas que podamos ser humildes y pacientes, yo sé que es muy difícil y más en el mundo en el que vivimos hoy; incluso imposible para nosotros, pero para Dios nada es imposible. Recordemos que Dios nos regaló la razón para que podamos controlar nuestros instintos y poder decidir en cada caso.

Pero para poder utilizarla es necesario poder pisar el freno, hacer esa pausa para evitar un accidente y también es necesario que podamos ir a una velocidad prudente. Ir a una velocidad prudente implica no tener tantas actividades que nos hagan vivir apurados y fugándose así gran parte de nuestra paciencia.

Invitaciones para hoy y para cada día:

  1. Analizar las veces que nos arrepentimos por actuar instintivamente, los daños que se provocaron, el tiempo que perdimos y la calidad de la felicidad que se perdió.
  2. Practicar a pisar el freno antes de dar una respuesta, darle tiempo a esa razón que nos muestra que podemos responder de una forma digna de un seguidor de Cristo; recordando que "la ira del hombre, no realiza la justicia de Dios" (St 1, 20).
  3. Decidir organizar mejor el día para tener un poco más de tiempo para la oración que riega la paciencia (especialmente el Rosario) y no vivir apurados sin vivir y disfrutar de cada momento.

Espero que tengas un excelente día, que Dios te bendiga y la Virgen te acompañe.

Abrazo en Cristo,
Marco.