Ayer, jueves 21 de mayo, leí en un artículo la mención de una brújula y cómo un imán tiene la capacidad modificar completamente su funcionamiento e imposibilitar que cumpla con su propósito.
Fue en ese momento que me puse a pensar en cuál es la brújula de mi vida hoy. Qué es aquello que orienta mis decisiones y la dirección en la que avanzo. También me trajo a la mente la reunión que tuve ayer con el consejero en la que me preguntó donde me veo en 5 años. Y finalmente una conversación con una persona cercana en la que hablamos al respecto de la felicidad.
En esa última conversación que les menciono, caí en la cuenta de que no busco la felicidad de por sí, sino solamente que se cumpla la voluntad de Dios en mi vida, estando seguro de que por añadidura viene la felicidad incluida.
Para poder leer bien mi "brújula" hago mi máximo esfuerzo por conocerle a Dios y por ende Su voluntad en cada paso que me toca dar. Así también procuro tener momentos de pausa, en los cuales puedo discernir las opciones y pido en oración que el Espíritu Santo me ilumine para elegir la mejor.
Invitaciones para hoy:
- Hacer una pausa de varios minutos y responder con sinceridad y calma las preguntas: ¿cuál es mi brújula? ¿es que se cumpla la voluntad de Dios en mi vida? ¿es la búsqueda de la felicidad misma? ¿es la búsqueda de una amistad? ¿es la búsqueda del placer? ¿es la búsqueda del dinero? ¿es la búsqueda del poder?
- Preguntarme: ¿qué tan bien conozco mi brújula? y ¿qué imanes hay en mi vida que están impidiendo su correcto funcionamiento?
- En caso de no estar satisfecho con las respuestas, tomar la firme decisión de hacer algo al respecto; ya sea cambiar de brújula y/o alejar esos imanes que impiden que pueda dirigirme hacia donde intencionalmente quiero ir.
Espero que tengas un excelente día, que Dios te bendiga y la Virgen te acompañe.
Abrazo en Cristo,
Marco.
