Hoy viernes 14 de febrero, se festeja el día de San Valentín, que se menciona que fue un sacerdote que celebraba matrimonios de soldados a escondidas de los romanos en el año 250 aproximadamente, porque en ese entonces aquello estaba prohibido por el emperador, quien lo consideraba incompatible con la carrera armamentista y el día de todos los enamorados, sentí ganas de escribir algo más especial de lo habitual.
Hoy es un día hermoso para mí y para mucha gente, tantas personas celebrando lo más lindo que existe y lo más fuerte que existe, ¡el amor!
El amor hace que las personas se despierten contentas, que vivan motivadas, que se duerman contentas, que tengan más fuerzas, que tengan más paciencia, en fin, potencia todo lo bueno que puede haber dentro nuestro y da más gusto vivir.
Es realmente maravilloso cómo los enamorados están dispuestos y lo dan todo de sí para el otro, y cómo son capaces de hacerlo con una sonrisa. Por la persona amada hay gente dispuesta a matar incluso, y otros estamos dispuestos a morir nosotros en búsqueda de la felicidad para el otro. Estamos dispuestos a dar LO MEJOR DE LO MEJOR que tenemos.
Escuchar las historias de los enamorados es genial, ya escuché historias de personas que iban en bicicleta, kilómetros y kilómetros para encontrarse con la persona amada. Personas que dejaron atrás a sus familias por amor. Y no solamente amor de parejas, sino amor de amigos, amor de familia, amor desinteresado por personas que no conocían incluso.
Y finalmente el amor a Dios... Llama la atención cómo estamos dispuestos a dar lo mejor de nosotros por otra persona, sin embargo, para con Él... muchas veces no es así, y ni siquiera una hora a la semana, que nos pide para compartir con Él no somos capaces de regalarle. Eso no es otra cosa, que falta de amor.
Cuando uno está enamorado no necesita que se le pida nada, uno mismo toma la iniciativa y hace las cosas con el mayor de los empeños y alegrías.
Taaal vez lo que ocurrió es que, solamente que se enfrió nuestra relación con Dios, ya no nos hablamos, ya no nos vemos y "quién mucho se ausenta, pronto deja de hacer falta", dicen... Pero con Dios no es así, SIEMPRE vamos a necesitar de Él, de nuestro creador, del que nos amó primero y cuando nos damos cuenta de eso, ahí podemos empezar a buscarle, como dicen los judíos: "como una persona busca el aire, después de estar mucho tiempo sumergida", entonces la llama del amor puede volver a encenderse y con más intensidad que nunca.
Invitaciones para hoy y para cada día:
- Hacer una pausa, desconexión total de todo y de todos, para conectarme con Dios. Para que en esa conexión pueda SENTIR el amor de Dios en mi vida, a través de todo lo que me regaló y me sigue regalando (mi propia vida, mis talentos, mi familia, mis amigos, mi fe, mi casa, en fin, lo que se te ocurra).
- Darle gracias al Señor por cada gesto de amor hacia nosotros.
- Tomar la decisión de darle LO MEJOR DE LO MEJOR a Él, no mis sobras, sino lo que es más valioso para mí (mi tiempo, mi energía, mis cosas, mis conocimientos, mi juventud, mi amor).
- Poder devolver TANTO bien recibido, con abundante amor a toda persona que se me cruce o a la que yo mismo vaya a su encuentro.
Espero que tengas un excelente día, que Dios te bendiga y la Virgen te acompañe.
Abrazo en Cristo,
Marco.
Marco.
