La paradoja

manzana-cortada-en-medio

Hoy miércoles 12 de febrero, al terminar de comer una manzana, la sostuve un rato en mi mano en busca de algún basurero para tirarla. Al rato la miro y veo que ya está más oscura.

Este oscurecimiento se produce debido al proceso de oxidación de la manzana, es decir, al contacto con el oxígeno, se oxida (se oscurece).

Ocurre exactamente lo mismo con nuestro cuerpo, al entrar y salir el oxígeno de nuestro cuerpo, lo oxida y así se produce el envejecimiento.

La paradoja se encuentra en que eso mismo que necesitamos para vivir es lo que nos va matando lentamente.

Y la vida misma del hombre es así, es necesario morir un poco a mí mismo para poder darle vida al otro. Morir a mi egoísmo, a mis antojos, a mis recursos , a mis pasiones y a mi propia voluntad incluso.

Solamente que para que esa muerte propia genere vida en el otro, es necesario que se haga POR amor y CON amor, de lo contrario es una muerte inútil.

Nosotros como personas no tenemos las fuerzas para morir con amor y por amor de forma continuada y prolongada, y es ahí donde entran las invitaciones para hoy y para cada día de nuestras vidas:
  • Pedir a Dios amor, SU AMOR, que es más fuerte que todo lo que existe para morir con alegría.
  • Pedir a Dios esperanza y fe, para creer que esa muerte hecha por amor y con amor, nos va a regalar esa felicidad que tanto anhelamos.
Espero que tengas un excelente día, que Dios te bendiga y la Virgen te acompañe.
Abrazo en Cristo,
Marco.