Hoy sábado 14 de diciembre me contaron que a mi hermanito que cumplió 7 años le gustó mucho el regalo que le hice, que es el cuadrito que pueden ver en la fotografía. Yo le entregué tarde su regalo porque me decidí tarde a hacerle un regalo diferente, quise regalarle algo que sea significativo y personalizado.
Cuando le entregué el cuadrito, le dije: "Este regalo es para que te acuerdes que Dios está contigo siempre y te protege."
FELIZ me hizo enterarme que él solamente le tiene miedo a los zombies, y que antes de dormir empezó a rezar con el cuadrito y que desde que comenzó a hacerlo ya no tuvo miedo ni pesadillas.
Le pregunté a mi hermanito que oraciones reza antes de dormir y me dijo: "Rezo el Padre nuestro y la oración de mamá María" y entonces le enseñé la oración del Ángel de la Guarda para que también la pueda rezar.
En este simple hecho pude ver nuevamente lo que es el poder de Dios. La capacidad de cómo a través de un sencillo acto de oración puede vencer los miedos que hay en nosotros.
El miedo es uno de los principales enemigos de la persona.
Algunos miedos en su justa medida son útiles porque nos permiten ser prudentes y tomar las precauciones necesarias para la vida.
El problema está cuando ese miedo nos domina y no nos permite hacer todas las cosas que podríamos hacer, y no sólo podríamos, sino que deberíamos hacer.
Dios nos dice: "Yo te mando que seas valiente y esforzado". No nos dice: "si querés, tenés la opción de ser valiente". Así que no solamente es una opción que nos permite animarnos a salir de nuestra zona de confort, a salir de nosotros mismos para ayudar al resto y a nosotros mismos, sino que al mismo tiempo estamos siendo obedientes a lo que Dios nos pide.
Nos privamos de hacer tantas cosas para bien de los demás y nuestro por miedo al que dirán, por miedo a perder lo que tenemos, por miedo a que nos fallen, por miedo a fallar nosotros, por miedo a sacrificar nuestra vida y nuestro tiempo.
Solamente el Espíritu de Dios puede darnos el verdadero coraje para vencer cualquier miedo, hasta el miedo a la muerte misma. Ya depende de la libertad de cada persona tomar la decisión de CREER esto y dejar a Dios obrar en su vida.
Invitaciones para hoy y para cada día:
- Analizar a qué le tengo miedo.
- Pedir a Dios diciendo: "Olvidando lo que dejo atrás, me lanzo hacia lo que está por delante." como lo dijo e hizo san Pablo.
- Animar a otros a vencer sus miedos con nuestro ejemplo y nuestras palabras.
Espero que tengas un excelente día, que Dios te bendiga y la Virgen te acompañe.
Abrazo en Cristo,
Marco.
Marco.
Pd: seguimos en diciembre esperando a Jesús, aprovechemos para hacerle más regalos realizando obras de misericordia (como se explica al final de la publicación Diciembre...)