Hoy miércoles 30 de octubre, cuando estaba yendo a una actividad hacia el Shopping del Sol, una persona cruzó el semáforo en rojo sobre Mariscal López e impactó contra la parte trasera de mi vehículo.
No se produjo ningún daño además del los materiales correspondientes a los vehículos, gracias a Dios.
Inmediatamente después del choque, ambos nos quedamos estacionados y todo continuó con mucha calma. La persona me envió una foto de su cédula, le saqué una foto a la chapa de su auto y le comenté que me tenía que ir para realizar de forma posterior la denuncia en la comisaría.
Extrapolando la situación, muchas veces ocurre lo mismo en nuestra vida... Nosotros sin hacer nada malo, a veces recibimos de sorpresa un impacto inmerecido.
Es entonces que depende de cada uno cómo reaccionar ante el impacto. A veces reaccionamos con enojo, a veces nos invade la tristeza o la ansiedad. Pero en la medida en la que tenemos a Dios con nosotros y el Espíritu entrenado podemos enfrentar las situaciones con calma y obtener mejores resultados.
Invitaciones para hoy y los demás días:
- Estar atentos para no impactar contra otras personas causándoles daño.
- Esforzarse por permanecer en Dios, que nos regala una paz estable (no depende la situación) y nos da la fortaleza para sobrellevar cualquier impacto.
Pd: el bloqueo de la puerta que recibió el impacto no funcionaba con el desbloqueo central del vehículo desde hace un buen tiempo y es probable que haya que cambiar esa puerta. Conclusión: muchas veces hace falta un impacto grande en nuestras vidas para que tengamos que quitar ciertas cosas que no funcionan y nos complican la vida, y poder colocar la pieza nueva en reemplazo, trayendo consigo una mejora en nuestra calidad de persona y de vida.
Espero que tengas un excelente día, que Dios te bendiga y la Virgen te acompañe.
Abrazo en Cristo,
Marco.
