Cuando uno está preparado

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Siendo hoy martes 15 de octubre, el clima debido a la lluvia estaba particularmente lindo para dormir, ver películas, leer, practicar guitarra y/o comer pizza. Y tal vez no muy agradable para los que no pudiéramos hacer eso durante todo el día...

A veces ocurre que ciertas situaciones no nos agradan como podrían ser: la lluvia, el frío, etc, etc. Pero pude darme cuenta que muchas de esas situaciones se hacen más llevaderas e incluso placenteras cuando uno se encuentra preparado para ellas.

Por ejemplo, yo sabiendo que probablemente llovería gracias a la aplicación del clima, me preparé. Me puse botas, un abrigo, mi paraguas y pude atravesar la lluvia sin mayores inconvenientes. Y ocurre lo mismo con el frío y con muchas otras situaciones que pudiéramos imaginar.

Y la gente podría decirme: "sí, pero vos tenés lo necesario para hacer frente a esas situaciones." Y sí, es cierto. Tendrían razón para algunas o muchas situaciones, pero para otras no y para esas es cuestión de realizar el esfuerzo necesario para cada situación y estar lo suficientemente preparado para cuando lleguen.

Y ocurre exactamente lo mismo en nuestra vida espiritual, que se traslada a nuestra vida cotidiana. Muchas veces queremos actuar de alguna forma, o pensar de alguna forma, o incluso sentir de alguna forma (estar preparados para ciertas situaciones).

Entre las herramientas que nos preparan para las diferentes situaciones de la vida cotidiana, para las derrotas y victorias diarias podríamos citar tres combos:
  • Oración y ayuno: la oración nos permite adquirir control sobre la mente ya que cuando los enemigos de la oración (sueño, pereza y distracción) atacan y nosotros logramos vencerlos, nuestra mente se acostumbra a obedecer. Así también ocurre con el ayuno, pero adquiriendo control sobre el cuerpo, ya que en el momento de sentir hambre, decidimos voluntariamente no comer. Entonces en el momento en que en nuestra mente queramos pensar cosas que no son buenas, podamos con el espíritu fuerte controlar esos pensamientos y en el momento en que nuestro cuerpo sienta hambre (o dolor, que sería el siguiente nivel de control) podamos con el espíritu fuerte controlar también. Porque como Cristianos estamos llamados a ser Cristianos, reflejos de Cristo en todo momento y en todo lugar (a pesar de la tristeza, del miedo, del hambre o del dolor)
  • Sacramentos (especialmente Reconciliación y Eucaristía): ya que nos purifican, fortalecen y asemejan más a Cristo.
  • Lectura y meditación de la Palabra de Dios: porque como dice San Agustín: "no se puede amar lo que no se conoce" y como dice San Jerónimo: "desconocer las escrituras es desconocer a Cristo." Con estas herramientas podríamos lograr que "ya no sea yo el que viva, si no sea Cristo el que viva en mí", en la medida en la que empiezo a conocerle, empiezo a pensar como Cristo, a sentir como Cristo y finalmente a actuar como Cristo.

Utilizando estas herramientas podremos enfrentar todas las situaciones de mejor forma, victorias y derrotas. Y darnos cuenta de que ninguna situación es tan mala cuando estamos preparados espiritualmente para ellas. Incluso para las que no esperamos que ocurran, como podría llegar a ser la misma muerte.

Espero que podamos aprovechar cada día más las herramientas mencionadas para que nos lleven a estar más cerca de Dios y por añadidura Él mismo nos dará una paz y una felicidad que, aunque soplen los vientos, caigan las lluvias y suban las agua contra nosotros, nosotros no nos derrumbaremos porque estaremos firmes sobre la Roca.


Que tengas un excelente día, que Dios te bendiga y la Virgen te acompañe.

Abrazo en Cristo,
Marco.