Unos días atrás me pasó que mientras estaba jugando con mi hijo pequeño en la mesa, en un momento se da la vuelta rápidamente, con su manito agarra un potecito de salsa de soja, que se esparce sobre la mesa y mi ropa.
Unos momentos después, voy y enjuago un poco con agua y jabón el pantalón de jean con salsa de soja; al hacerlo, noto como el pantalón empezó a manchar de gris el lavatorio. Gracias a esta situación (derrame de salsa de soja), pude darme cuenta que estuve a punto de manchar de gris toda la ropa que metiera en el lavarropas.
Todo esto me trajo a la mente la frase de san Agustín de Hipona "Dios solo permite el mal, porque tiene el poder de quitar un bien más grande del mal que permitió".
Es así mismo en la vida espiritual, Dios muchas veces permite el mal en nuestras vidas, (además de porque respeta nuestra libertad de no actuar acorde a su voluntad) porque quiere SIEMPRE quitar un bien mayor de ese mal que permitió.
Solo en la medida en que vivimos esa situación de manera virtuosa podemos obtener el bien mayor deseado por Dios, porque de lo contrario, esta situación solo genera más daño y sufrimiento.
Invitaciones para hoy y para cada día:
- Cuando "se derrame la salsa soja" en tu vida, calma, respirá.
- Aunque te cueste, decile a Dios: "Bendito seas Señor, que permitiste esta situación, porque sé que podés quitar un bien mayor de esta situación".
- Procurá vivir la situación de forma virtuosa, tratando de ver qué bien más grande quiere quitar Dios de ese mal que permitió.
Espero que te haya sido de bendición, si así fue, compartila y que llegue a otros.
Un abrazo en Cristo,
Marco Aponte.
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